Que tal vecinos! Bueno, pues después de mucho les cuento que por fin, casi por intervención divina, mañana van a darle uso al C5 de Tehuacán. Y es que resulta que el gobernador Miguel Barbosa quiere quitarle la etiqueta de “elefante blanco” a la obra que costó 277 millones de pesos y que por el momento sólo alberga a cinco trabajadores para atender el número de emergencias 911 regional. Sí, leyeron bien: ¡cinco!
En un acto oficial va a tener de invitado al mandatario de Veracruz, Cuihtláhuac García, para instalar una mesa de coordinación en materia de seguridad. Eso sí, quienes conocen lo que pasa en el corredor Tehuacán-Acultzingo saben que urge cualquier estrategia certera contra la inseguridad y la violencia, porque bandas criminales van y vienen como si nada. Sólo hay que esperar que después de este evento el inmueble no vuelva a quedar vacío, abandonado a su suerte, porque para eso ya hay bastantes en Puebla.
Y quien de plano anda más que alegre es el diputado local del PRI Javier Casique, a quien le encomendaron la Secretaría de Acción Electoral del CEN del tricolor, ya con Alejandro Moreno a cargo y por supuesto, dicen, muchos se preguntaron a qué se debió el nombramiento, porque muy buen operador para la causa no lo fue en la pasada contienda interna.
Hay quien dice que mucho tuvo que ver el expresidente municipal de Puebla, Enrique Doger, quien sí posee relaciones y que habría sugerido al exmandatario de Campeche que se llevara a un mapach… perdón, a un experto en ganar votos para esa cartera. Es cierto que tiene fama para buscar votos, pero también para no ganar. Como dirían los antiguos: que diosito los agarre confesados.
El que ya está más que listo para ganarse un premio pese a todo el lío que generó en el Ayuntamiento de Puebla, es el mismísimo Israel Pacheco. Ya corren las versiones de que en el Gobierno Municipal analizan otorgarle una “jubilación anticipada”, como si tuviera los méritos, cuando hay decenas de trabajadores con hojas de servicio impecables. ¿Castigo o premio?
Más claro que el agua, imposible: la finalidad consiste en quitárselo de encima porque su nombre sólo implica inestabilidad laboral, y si no lo creen, recuerden la protesta que organizó en contra de la actual administración muy al principio, cuando el clima de confianza estaba por las nubes. Si lo logra, qué bien por él porque se irá a su casa sólo porque las autoridades ya no quisieron lidiar con él. Así como lo veo, ésa ya es una batalla ganada para Pacheco
Oigan, por cierto, ¿ya saben qué es de Guillermo Aréchiga Santamaría, el secretario del Transporte? Porque un día abusaron sexualmente de una joven en el transporte público y no dijo nada; ayer, dos atracos violentos, igualmente en rutas de la ciudad, y tampoco hemos oído ni pío de su pico.
¿Pues en qué andará el funcionario? ¿De plano está tan ocupado que pasó por alto lo sucedido? La verdad es que no se ve ni para dónde van a jalar las autoridades en temas de seguridad. Espero que la estrategia de las patrullas no sea la única que se aplicará.