Danyael Art y Marisin, el amor al lapíz

Los caricaturistas coincidieron en que sus dibujos son su forma de mejorar la realidad de las personas de manera divertida

Luis Daniel Cabrera y Rossina Marisin son dos ilustradores que a pesar de haber crecido en contextos sociales y situaciones distintas de crecimiento, han desarrollado su gusto por las animaciones con un mismo fin: llevar una sonrisa a la gente, para que pueda librarse un poco de la cruel realidad.

En entrevista con El Popular, diario Imparcial de Puebla, ambos artistas mexicanos coincidieron en que es a través de los dibujos que generan que han logrado aportar un poco de desestrés a la sociedad caótica en la que vivimos hoy en día.

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Danyael Art

Luis Daniel Cabrera, quien es conocido en el mundo de la animación como Danyael Art, dijo que su gusto comenzó desde que tiene uso de razón, pues desde niño tomaba un lápiz y dibujaba donde tuviera espacio, por lo que al crecer, esta pasión lo llevó a dedicarse a la ilustración de manera profesional.

El artista argumentó que cuando fue paramédico, reflexionó sobre la necesidad de las personas a reírse un poco ante las adversidades, por lo que tomó la decisión de mezclar estas experiencias en sus propias ilustraciones.

Uno está muriendo día a día, no necesariamente físicamente, sino mentalmente. Uno a veces termina agotado, triste, enojado cansado, y también el humor, el sacarlos un poquito de esa realidad tan turbia, de lo que se ve en las noticias, es parte de ayudarlos, de relajar el desmadre.”

Añadió que la gente se ha identificado con su personaje más que con el autor mismo, pues lo ven como alguien cercano y como parte de los amigos que pueden encontrarse en un día común. En tanto, adelantó que piensa sacar animación de terror e historia, de manera que pueda mezclar lo visual con el contenido de lo narrativo.

Ross Marisin

Rossina Marisin, conocida como Ross Marisin, dijo que encontró en las ilustraciones una forma de quejarse de las situaciones que uno vive cuando llega a la etapa adulta.

“Ilustro lo difícil de todo esto, porque cuando eres niño te imaginas que cuando tengas como 30 años tu vida va a estar resuelta y va a ser perfecta como la de tus papás, y te das cuenta que no, que creces y es muy difícil, porque tienes que pagar cuentas y que le debes al banco y a la vida.”

Señaló que ante su gusto de dibujar sus quejas, fue a través del humor y el sarcasmo que encontró una forma de plasmar situaciones con las que se fue topando al llegar a la vida adulta, por lo que dibujarlas se le hizo una buena manera de que las personas pudieran identificarse.

Al abordar temas en común por los que pasamos todos, es normal que las personas se rían por la forma en la que presenta sus ilustraciones, y consideró que amargarse la vida no tiene chiste, “se trata de sacarle una sonrisa a las personas” dijo.

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