Vecinos, no es que se quieran levantar intrigas, ni mucho menos hacer una tormenta en un vaso de agua, pero una cosa es una cosa y otra cosa es el cochinero en compras gubernamentales, como el mentado sobrecosto que se detectó en la adquisición del paquete de uniforme único.

Eso, vecinos, es apenitas la punta del iceberg de lo que encontrarán en las administraciones anteriores, si es que deciden poner empeño en descubrir todos los actos de corrupción y deficiencia administrativa de los mandatos de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad.

Eso sí, por el momento después de lo dicho ayer por el titular de la SEP, Melitón Lozano, quedó claro que hay interés en transparentar las compras gubernamentales, con el objetivo de acabar con lo que muchos dicen son abusos del pasado. Bueno, aunque todavía falta saber qué tan profundo irán; o más bien, qué tanto se atreven a viajar a las profundidades de la melcocha presupuestaria. Como sea, por ahora éste es un gran paso.

Oigan, y otro asunto que no huele nada bien, y que de hecho huele a huevo podrido, a tepache agrio, a yogur descompuesto y así, es el del río Atoyac, y precisamente por la contaminación, que sí que es bastante. No, más bien me refiero a la compra de los barquitos para saneamiento de la presa de Valsequillo, un asunto en el que ya están documentándose para dar los siguientes pasos.

Y es que al menos para la diputada Nora Merino hay algo turbio en el fondo del contrato, por lo que ya le habló al gobierno de Miguel Barbosa para que se anime a realizar una auditoría y así no quede ni la sombra de una duda de la legalidad de esa transacción, y por supuesto de la efectividad de los aparatos para limpiar el cuerpo de agua.

¡Vamos a ver!

Eso sí, lo que parece no tener freno es la inseguridad en la autopista Puebla-Orizaba, que ayer cobró la vida de un conductor cuando un grupo armado intentó asaltarlo, y si bien es un asunto del fuero federal, hay quien dice que no se ve por ningún lado la coordinación entre la Federación y la autoridad poblana.

Hay quienes consideran que prácticamente dos semanas después del inicio de la administración, ya era para que se tuvieran acciones concretas para proteger las carreteras, lo que todavía no se ve.

Vecinos, ya parece cuento de todos los días pero algo muy malo pasa en Tehuacán. Un día hay emplazamiento a huelga, otro hay despidos o renuncias; un grupo de regidores se confronta con el alcalde y éste, Felipe Patjane, no sale del problemón en el que tiene metido a todo el municipio desde octubre de 2018.

Para muchos el edil va a nadar de a muertito en los dos próximos años, cosa que es muy mala, porque son dos terceras partes del periodo para el que resultó electo, y al menos hasta ahora no hay algo que haga pensar que va a mejorar. La situación es más que complicada, y creen que todavía falta por ver lo peor.

El cabildeo en este municipio, dicen al interior de Morena, ya está más que retrasado, ¿será?